Fernando Fischmann

Los cambios en el nivel del mar alimentan las erupciones volcánicas

2 Septiembre, 2021 / Artículos

Un estudio publicado en ‘Nature’ revela que un descenso de 40 metros en el nivel del mar es suficiente como para romper la corteza terrestre y, en consecuencia, hacer que las erupciones volcánicas sean más probables. La isla de Santorini es un buen ejemplo de este fenómeno

El asesinato de Julio César marcó un antes y un después en el curso de Roma, aunque aquel giro de los acontecimientos no solo estuvo orquestado por el complot de los liberatores, sino que, a más de 10.000 kilómetros de la capital de la república, hubo otro actor que jugó un gran papel en este juego. Su nombre es Okmok, y se trata ni más ni menos de un volcán que en el año 43 a.c entró en una violenta erupción.

Las consecuencias no fueron otras que los años más fríos vividos en 2500 años, un tiempo adverso que arrastró hambrunas, revueltas sociales e, incluso, los enfrentamientos que dieron luz a la llegada del imperio.

Y es que se sabe que los volcanes son capaces de cambiar el clima de grandes regiones, aunque, curiosamente, se desconoce si puede suceder el efecto contrario, es decir, que los cambios en el clima puedan impulsar o disminuir la erupción de volcanes.

Por ese motivo, Christopher Satow, profesor titular de geografía física en Oxford Brookes, decidió investigar las capas de roca en el acantilado que rodea la parte interior de la isla de Santorini porque, según él, allí había un registro de más de 200 erupciones volcánicas sucedidas desde hace más de 3.600 años.

Esos datos fueron comparados después con el registro del nivel del mar y concluyeron que las variaciones de los océanos tuvieron un papel importante en la determinación del momento de las erupciones en Santorini, “y probablemente en muchas otras islas volcánicas de todo el mundo”.

“El mecanismo es bastante simple: la caída del nivel del mar elimina la masa de la corteza terrestre y, como resultado, la corteza se fractura. Estas fracturas permiten que el magma se eleve y alimente las erupciones en la superficie”, señala Christopher Satow, que afirma que este proceso pudo replicarse en otras partes del mundo.

“A medida que las capas de hielo se retiraron a través de los paisajes volcánicos después de la última edad de hielo, la remoción de masa cambió las condiciones de estrés en la corteza terrestre, lo que permitió que las fracturas que alimentan las erupciones volcánicas se formen más fácilmente”, aclara.

“Al mismo tiempo, la crecida del nivel del mar alrededor de 100 metros también alteró su actividad”, añade el experto que expone en su estudio que una caída del nivel del mar en 40 metros es suficiente como para que exista una mayor probabilidad de erupciones. De hecho, en Santorini 208 de 211 erupciones analizadas tuvieron lugar en periodos con menor nivel del mar.

Como recuerda, el 57% de los volcanes del mundo son islas que a menudo albergan grandes poblaciones, por lo que cree que se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos del cambio del nivel del mar en estos volcanes y los riesgos que representan para sus poblaciones.

El Ágora

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