Consejos para los nuevos emprendedores

21 Julio, 2015 / Artículos

La realidad es simple: puedes ganar de todo, incluso de tu edad, porque tienes experiencia, porque puedes hacer la diferencia. ¿Y tú, te sientes viejo para emprender?

Empezar “viejo”

¡Viejos los cerros y aún reverdecen!, decía la abuela.

El peso mayor en el emprendimiento no es la edad, es el no haber hecho el gran intento por el sueño que creías que valía la pena.

El mayor peso en el emprendimiento no es si tendrás o no el éxito que buscas, sino cargarte de nostalgia diciendo: si yo hubiera…

No cabe duda que es mejor recorrer el camino, pues como muchos dicen y lo he visto: te arrepentirás más de lo que no hiciste.

No te cuento historias, sólo anécdotas que veo a diario en el apoyo de emprendedores y organizaciones, pues habito en los dos mundos generando el apoyo. Y una realidad de muchos gerentes y directivos, con alma de empresarios, es que se quedan empleados en las organizaciones, bajo el pretexto de creer que habrá un buen momento para hacerlo. Y los años pasan y el tiempo no para, y las lamentaciones no perdonan. Y llegan muchos años después diciendo ahora sí, porque el corazón llama.

3 preguntas

¿Te sientes “viejo” para emprender?

O crees que tu edad no es la más propicia, y andas en los cuarenta o comenzando los cincuenta. No te preocupes y deja de lamentar los años anteriores. ¡No suenes más abuelo de lo que estás!

La realidad: ¡Felicidades, ya estás aquí! Porque hay gente que muere con un gran vacío en este ámbito, y jamás se quiso dar cuenta de ello y menos tomar acciones.

¿Por qué no te centras en hacer de tu experiencia el gran escalón y en utilizar todo tu camino como un trampolín?

Mi primera empresa la empecé a los 21 años. Me dirás: pero estabas muy joven. ¡Sí!, pero también muy inexperto. Aquella tuvo grandes momentos de éxito, como cuando se llevó la imagen de identidad de un canal de televisión internacional al que asistieron presidentes de 22 países, cuando se tenían buenos contratos en información estratégica para empresas y productos, y cuando apoyábamos en el manejo de figuras públicas. Pero no fue sino la inexperiencia en ámbitos administrativos la que la llevó en picada. Más allá de mis habilidades estratégicas, lo que la llevó de picada fue la inexperiencia.

Piensa: ¿Cuánta experiencia tienes y cómo la capitalizarás? Ya tuviste experiencia como emprendedor o empresario, ¿cómo ese fracaso aparente se convertirá en escalón?

¿Por qué no alinear tus fracasos y éxitos en una sola dirección?

Respecto a mi caso particular, me pude dar cuenta que mi gran “fracaso” debía darme dinero. Y noté cómo había personas dispuestas a intercambiar su dinero por el conocimiento de mi fracaso, que aparentemente había sido un gran golpe en mi vida, pues yo ya me sentía del “otro lado”.

Sólo así noté que debes crecer económicamente. De ahí las frases que he escrito.

Piensa: ¿Cuántos fracasos y cuáles fracasos te podrían dar dinero y cómo?

¿Cómo crees que hacía el Coronel Sanders cuando se presentaba con inversionistas y no lo veían sino como un señor con un restaurante, pues sus habilidades estratégicas, comunicativas y de relación no eran las mejores?

Salía de ahí y siempre buscaba ver la forma de encontrar el camino adecuado, porque él no era una gran persona de negocios, no tenía grandes habilidades estratégicas, pero sí una gran visión, y lo volvía a intentar una y otra vez.

Recuerda que el Coronel Sanders consiguió los recursos adecuados para el lanzamiento de sus franquicias después de los 62, tocando muchas, muchas puertas para hacerlo verdaderamente grande. Y el día de hoy, KFC es una de las franquicias de comida más rentables del mundo. El zar del pollo frito no se cansó de intentarlo.

Piensa: ¿Y tú, te sigues sintiendo viejo?

La realidad es simple: puedes ganar de todo, incluso de tu edad, porque tienes experiencia, porque puedes hacer la diferencia, porque es real, porque los cincuenta son los nuevos treinta y los sesenta ya no son viejos, sino adultos mayores.

Recuerda la frase de la abuela: ¡Viejos los cerros y aún reverdecen! ¡Comienza y comienza ya! ¡Y sé productivo! La realidad es que la edad no importa.

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