Tras un año de noticias sombrías sobre el cambio climático, aquí hay 5 razones para sentirse optimistas

3 Enero, 2024 / Artículos

Artículo recomendado por CNN

Este año no han faltado noticias sombrías sobre el clima: un calor global sin precedentes provocó fenómenos meteorológicos extremos mortales, los científicos advirtieron que el próximo año puede ser aún peor y la contaminación mundial por carbono sigue aumentando.

Sin embargo, en medio del pesimismo, también hay signos de progreso. Se batieron récords en energías renovables, el mundo celebró una de sus mayores victorias medioambientales y los países dieron un paso prudente pero histórico hacia un futuro sin combustibles fósiles.

Aquí hay cinco razones que dan esperanza.

Aumento de las energías renovables

A medida que la necesidad de abandonar rápidamente los combustibles fósiles que calientan el planeta se hace cada vez más urgente, han surgido algunos hechos positivos de energía limpia en todo el mundo.

En Halloween, Portugal batió un récord. Durante más de seis días seguidos, entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre, este país de más de 10 millones de habitantes utilizó exclusivamente fuentes de energía renovables, un ejemplo fascinante para el resto del mundo.

Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2023 se producirá el mayor aumento de la capacidad de energía renovable hasta la fecha.

China, el mayor contaminador climático del mundo, ha realizado avances fulgurantes en materia de energías renovables, y el país está a punto de superar su objetivo de energía eólica y solar cinco años antes de lo previsto. Según un informe publicado en junio, la capacidad solar de China es ahora mayor que la del resto de las naciones del mundo juntas, en un aumento descrito por el autor del informe, Global Energy Monitor, como “asombroso”.

Sin embargo, no hay que olvidar que China también incrementó su producción de carbón este año, recurriendo a este combustible fósil cuando las devastadoras olas de calor aumentaron la demanda de energía para aire acondicionado y refrigeración, y cuando la persistente sequía en el sur del país afectó al suministro hidroeléctrico, que depende de una pluviosidad suficiente.

Cuando China y Estados Unidos anunciaron en noviembre que reanudarían su cooperación en materia de cambio climático y prometieron un importante aumento de las energías renovables, en concreto para sustituir a los combustibles fósiles, surgieron esperanzas de que la producción de carbón del país alcanzara su punto máximo y disminuyera en breve.

Un acuerdo sobre el clima centrado en los combustibles fósiles

Tras más de dos semanas de tensas negociaciones, la cumbre climática COP28 de Dubai concluyó en diciembre con un compromiso sin precedentes de casi 200 países para abandonar los combustibles fósiles.

Aunque el acuerdo no llegó a exigir al mundo la eliminación progresiva del carbón, el petróleo y el gas —algo que más de 100 países apoyaron—, sí pidió a los países que “contribuyeran” a una “transición hacia el abandono de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos”. Esta fue la primera vez que todos los combustibles fósiles, principales causantes de la crisis climática, fueron objeto de un acuerdo en la COP.

El presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, que presidió las negociaciones, calificó el acuerdo de “histórico” y añadió que representaba “un cambio de paradigma que tiene el potencial de redefinir nuestras economías”.

La repercusión final del acuerdo dependerá de lo que hagan los países para aplicarlo. Muchos expertos advirtieron de la existencia de lagunas que podrían dejar la puerta abierta a una continua expansión de los combustibles fósiles.

Pero el hecho de que se haya alcanzado un acuerdo sobre los combustibles fósiles fue acogido como un gran avance.

“Hemos conseguido que la gente haga cosas que no había hecho antes”, declaró John Kerry a Christiane Amanpour, de CNN, tras la cumbre, al calificarla de “éxito histórico”.

Baja drásticamente la deforestación en Brasil

Tras años de una deforestación creciente en la Amazonia brasileña, este año se avanzó bastante en la reducción de la destrucción forestal.

La Amazonia es la mayor selva tropical del mundo y su protección se considera vital para frenar el cambio climático. Actúa como sumidero de carbono que absorbe de la atmósfera la contaminación que calienta el planeta. Cuando se destruyen bosques o árboles, se emiten gases de efecto invernadero. La deforestación y la degradación del suelo son responsables de al menos una décima parte de la contaminación mundial por carbono.

La deforestación en Brasil cayó un 22,3% en los 12 meses hasta julio, según datos del gobierno nacional, a medida que el presidente Luiz Ignácio Lula da Silva comenzó a avanzar en su promesa de frenar la destrucción forestal desenfrenada que se produjo bajo su predecesor, Jair Bolsonaro.

Marcio Astrini, jefe del grupo de defensa Observatorio del Clima, lo describió como un “resultado impresionante” que “sella el regreso de Brasil a la agenda climática”.

Aun así, la tasa de deforestación de Brasil siguió siendo casi el doble de su mínimo histórico de 2012. En ese periodo se destruyeron unos 9.000 kilómetros cuadrados de selva tropical. Queda un largo camino por recorrer para cumplir la promesa de Lula de alcanzar la deforestación cero en 2030.

La capa de ozono se está recuperando bien

La capa de ozono de la Tierra está en vías de recuperarse completamente en unas décadas, según anunció en enero un grupo de expertos respaldado por la ONU, a medida que se vayan eliminando en todo el mundo las sustancias químicas que agotan la capa de ozono.

La capa de ozono protege al planeta de los dañinos rayos ultravioleta, pero desde la década de 1980 los científicos han advertido de un agujero en este escudo debido a las sustancias que la dañan, entre ellas los clorofluorocarbonos (CFC), muy utilizados en frigoríficos, aerosoles y disolventes.

La cooperación internacional ha contribuido a frenar los daños. Un acuerdo conocido como el Protocolo de Montreal, que entró en vigor en 1989, inició la eliminación progresiva de los CFC. La posterior recuperación de la capa de ozono fue aclamada como uno de los mayores logros medioambientales del mundo.

Según la evaluación, si se mantienen las políticas globales, se espera que la capa de ozono recupere los niveles de 1980 en 2040 en la mayor parte del mundo. Para las zonas polares, el plazo de recuperación es más largo: 2045 en el Ártico y 2066 en el Antártico.

Sin embargo, un estudio publicado en noviembre pone en duda estos avances. El trabajo, publicado por Nature Communications, descubrió que un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida “no sólo ha permanecido grande en área, sino que también se ha hecho más profundo a lo largo de la mayor parte de la primavera antártica”. Pero algunos científicos se mostraron escépticos con los resultados del estudio, al afirmar que se basaba en un periodo de tiempo demasiado corto para sacar conclusiones sobre la salud de la capa a largo plazo.

Aumentan las ventas de vehículos eléctricos

La popularidad de los vehículos eléctricos se disparó este 2023, con un récord histórico de ventas en Estados Unidos. En China y Europa también se vendieron vehículos eléctricos en grandes cantidades.

Los vehículos eléctricos —que son más respetuosos con el planeta que los coches de gasolina y diésel cuando funcionan con fuentes de energía renovables— son fundamentales para descarbonizar el transporte por carretera, responsable de aproximadamente una sexta parte de la contaminación que calienta el planeta, según la Agencia Internacional de la Energía.

Los estadounidenses compraron un millón de vehículos totalmente eléctricos en 2023, un récord anual, según un informe de Bloomberg New Energy Finance.

Los vehículos eléctricos representaron alrededor del 8% de todas las ventas de vehículos nuevos en EE.UU. durante el primer semestre de 2023, según el informe. En China, los VE representaron el 19% de todas las ventas de vehículos y, en todo el mundo, supusieron el 15% de las ventas de turismos nuevos.

Las ventas de vehículos eléctricos en Europa aumentaron un 47% en los nueve primeros meses de 2023, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (EAMA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, los concesionarios advirtieron que las ventas están cayendo, ya que los consumidores esperan modelos más baratos, previstos para dentro de dos o tres años.