Fernando Fischmann

10 frases que delatan que tu empresa no es innovadora

23 Noviembre, 2017 / Artículos, Sin categoría

En base al último Estudio sobre Indicadores de Innovación 2016 elaborado por la UE, España es, con Lituania, el tercer país que más ha retrocedido en innovación desde la crisis. La empresa Visualizamos , especializada en innovación, ha entrevistado a responsables de diferentes multinacionales para elaborar un “Top Ten” de las frases anti-innovación más sonadas. Son estas:

“¡Somos líderes en nuestro sector!”

El riesgo de hacer afirmaciones de este tipo es, según Visualizamos, seguir con la dinámica de innovar solo cuando las compañías se sienten amenazadas por la competencia. “Si una empresa se considera imbatible perderá la capacidad de fijarse en todos los aspectos en los que podría mejorar perdiendo, así, una oportunidad de impulsar su eficiencia”.

No obstante, puede que ese liderazgo del que se presume sea real, pero ello tampoco debe conllevar el desprecio a la competencia. “Estar por delante de los competidores es una llamada a la acción para un ‘ejército’ de jóvenes emprendedores que, desde su ‘garaje’, están preparando todo un ‘arsenal’ para acabar relegando a las compañías líderes –por ahora- a un segundo o tercer plano”

“Céntrate en lo que nos da dinero”

La frase obedece a una visión cortoplacista del negocio, centrado en el aquí y ahora, sin horizonte a la vista. “No hay nada mejor que una visión a largo plazo lo suficientemente ambiciosa como para que haya un equipo de trabajadores planificando y ejecutando para llegar hasta allí”, advierten en Visualizamos.

“Google y las puntocom no fabrican nada”

Cierto que el objetivo máximo de una empresa digital no es la fabricación, pero las dinámicas en la gestión y la creatividad de sus equipos ha hecho que muchas de ellas se conviertan en negocios de éxito. Por otro lado, la digitalización es un fenómeno al que no escapa ninguno de los sectores. “Compartir la metodología de las startups y replicar sus procedimientos es un proceso que debería ocupar un espacio relevante en todas las grandes corporaciones. Aquellos que piensen que la innovación se puede comprar a golpe de talón se equivocan.”

Introducir el espíritu de las startups y sus metodologías de desarrollo ágil debe entrar entre los objetivos de cualquier gran compañía interesada en revalidar su liderazgo. “El corazón y el cerebro de una multinacional, pero con unas piernas que se mueven a velocidad de startup”, es según Visualizamos, la combinación ganadora.

“Los de arriba dicen, pero luego no hacen”

La frase hace referencia a la permanente declaración de intenciones de cambio por parte de los mandos directivos para luego seguir actuando como siempre. “Cuando los altos directivos declaran de forma solemne: “hemos entrado en una nueva época y nada será igual”… pero siguen haciendo las mismas cosas de siempre. Algo que, por cierto, acaba por minar la confianza de los equipos”.

“Nadie te apunta con una pistola… si no estás de acuerdo ahí tienes la puerta”

“Una frase tipo de aquellos que entienden las relaciones laborales bajo el paradigma de la autoridad: o conmigo o contra mí”. Aunque cada vez está más en desuso, este comportamiento corresponde a organizaciones lideradas bajo el modelo autocrático, generalmente reñidas con el cambio y la innovación. “Si no está permitido cuestionar lo que viene de arriba, será muy difícil encontrar soluciones disruptivas, nadie se atreverá a exponer en voz alta propuestas que se salgan del guión”. El exceso de jerarquización y la complacencia con las decisiones de carácter unipersonal son una traba para la modernización de las empresas y los nuevos modelos de consumidores.

“¿Por qué no organizamos un concurso de ideas?”

Una frase de este tipo podría denotar, en principio, cierto aperturismo de mentalidad en la empresa. Sin embargo, según la consultora, “organizar un concurso de ideas en una empresa es similar a buscar un bebé cuando la pareja está atravesando una crisis… mejor que no”. El razonamiento principal es que si la compañía no lleva inserto en su ADN el espíritu innovador, organizar un concurso de ideas no va a dar buenos resultados entre unos empleados conocedores ya del proceder habitual de la compañía. El otro riesgo es una mala acogida de la propuesta.

“Es una cuestión de gestión de las expectativas: ¿cuáles son las promesas que se hacen a raíz de este concurso, no solo con los ganadores, sino con toda la organización? No se debe tener un niño si se tiene problemas en la relación. Se debe solucionar primero las contrariedades, superar la crisis y, una vez se haya solventado, seguir hacia delante. Punto. En el apartado de la innovación este proceso se concreta en tres pasos: mapear la cultura de la organización para detectar las barreras que existen para innovar, dinamitar estos muros y, ahora sí, crear un producto innovador”, es la recomendación de Visualizamos.

“Si la cagamos, van a rodar cabezas”

Ciertamente, la frase no invita mucho a la toma de iniciativas, pero además indica el miedo al fracaso que atenaza a muchas empresas. “Las personas no se arriesgan si temen las consecuencias, así de sencillo. Los proyectos de innovación, al igual que ocurre con las startups, tienen un alto nivel de incertidumbre… muchos se quedan por el camino. Hay organizaciones que tienen muy claro que si la idea no sale bien la recompensa es el aprendizaje, por ello se inventó la metodología Lean, para que esa instrucción no acabe con la organización”.

“Aquí siempre se ha hecho así”

Es, según la consultora, la frase de aquellos que utilizan constantemente la expresión “la curiosidad mató al gato”. La respuesta que ellos mismos dan es esta: “No se sabe si la curiosidad pudo matar al gato, pero lo que sí se conoce es que su ausencia ‘ha matado’ a un buen número de empresas”.

Cierto que la innovación requiere de un pensamiento crítico y la exploración de nuevas vías, algo que parece incompatible con las rutinas y la repetición de los procesos.

“Ese es vuestro problema, no el nuestro”

“Tener una cultura de la colaboración es una de las cuestiones clave que determinan el nivel de innovación de una empresa. Si no se colabora entre diferentes áreas de negocio se produce esa ralentización tan acusada en las grandes organizaciones”. Habría, pues, que imitar el proceder de los nuevos equipos que están trayendo las startups, equipos multidisciplinares donde objetivos y proyectos se comparten.

“No te pagamos para que pienses”

Afirman en Visualizamos que “las empresas prefieren en realidad que sus empleados no le den mucho al tarro” por mucho que luego insistan en pedir iniciativas a sus empleados. “Lo cierto es que piensan que las ideas han de venir de arriba”. Como consecuencia de este tipo de planteamientos destacan, no sólo el desprecio a la capacidad creativa e innovadora de muchos de los empleados, sino también el desaprovechamiento del talento. “Participar en los proyectos de innovación, formando equipos heterogéneos que impulsen la visión plural de los retos de la compañía es siempre una actividad rentable”, advierten. “Y sí, a la plantilla se le paga también para que piense”.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

 

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