Fernando Fischmann

Los avances tecnológicos que trae 2018

11 Enero, 2018 / Artículos, Sin categoría

No son pocas las veces que se recuerda la inefectividad de realizar predicciones tecnológicas, sean al respecto de un futuro próximo o de uno más lejano. Difícilmente se puede acertar en según qué escenarios. Y, sin embargo, la tentación de preguntar puede al periodista. Que necesita que le digan qué se viene y qué se puede esperar del año que recién se estrena.

El Mobile World Congress del año que atrás dejamos pudo resumirse con un número (y una letra): 5G. Y estos últimos meses de 2017 con una palabra: blockchain. El balance, un año después, va en la línea. La Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas, seguirán su expansión y se afianzará su implementación; se postula como imprescindible la conectividad que habilita el 5G; la robótica hará realidad eso de la Industria 4.0; crecerá el uso de la Realidad Virtual en el campo médico. En cuanto al coche conectado… se mantienen las discrepancias. Por eso, algunos de los centros, fundaciones o institutos tecnológicos más importantes de Cataluña, cruzan, para INNOVADORES, sus vaticinios para el 2018.

“Será un año de grandes avances tecnológicos”, arranca el vicepresidente ejecutivo del centro tecnológico Leitat, Joan Parra. “Aunque no esperamos que se produzcan innovaciones de ruptura (no se curará el cáncer, no aterrizaremos en Marte, no veremos coches autónomos en nuestras carreteras), sí se darán grandes pasos en estos temas y otros”.

Coincide con él la directora científica digital del centro tecnológico Eurecat, María Eugenia Fuenmayor. “Veremos robots más inteligentes, más rápidos, con mayor autonomía y, sobre todo, con nuevas habilidades”, especifica la misma. “Un caso especial es el del coche autónomo, con varios fabricantes (además de Google y Tesla) con sus propias versiones y que podrán circular por las calles a partir del 2018”. También será año, prosigue, de un importante incremento de objetos conectados con algún grado de inteligencia, operando en empresas, casas y espacios públicos.

Esta Inteligencia Artificial, sigue, por su lado, el director de la Fundación i2CAT, Josep Paradells, dejará de lado la centralización para convertirse en una capacidad de procesado distribuida. Aunque, para él, la clave del 2018 será la inminente llegada de la próxima generación de telefonía móvil, el 5G: “hay que entender que no será una evolución del 4G, no es que el 5G traiga un poco más de velocidad; el 5G es más importante que eso, porque, por primera vez, las redes móviles podrán ser las redes básicas de los sistemas de comunicación”.

La cuarta pata, de nuevo para Joan Parra, de Leitat, será el Internet de las Cosas. “Ya se implementa intensivamente en el ámbito industrial, y durante el 2018 veremos su despliegue en el ámbito doméstico”, opina. “En estos momentos ya tenemos conectada la televisión de forma masiva, y en breve tendremos el resto de la casa totalmente conectada; probablemente, de entre todas las tecnologías mencionadas, será la que más a corto plazo impacto en nuestras vidas”.

Para el director científico industrial, también de Eurecat, Ricard Jiménez Buendía, la cosa va más de los adjetivos que definirán tales avances: “ejemplos claros de los ejes que seguirán impulsando las tecnologías en el 2018 serán los productos energéticamente más eficientes, más livianos, más duraderos, más saludables, más inteligentes, más personalizados, fiables…”.

Y sigue. “Si hablamos de periodos en el ciclo de expectativas de las tecnologías emergentes, se encuentran en expectación inicial creciente la computación cuántica, las brain-computer interfaces, los robots inteligentes y el Internet de las Cosas”, expone Jiménez Buendía. “Mientras que en el pico de máxima expectación se hallan el deep learning, el machine learning, el blockchain y los vehículos autónomos, la realidad aumentada y el uso comercial de los drones se encuentras en fase de cierta desilusión; finalmente, un ejemplo de tecnología en renacimiento será la Realidad Virtual”.

En lo que coinciden todos es que para que esto sea una realidad hay que apostar al máximo por la ciberseguridad. “Si queremos que todo esto funcione y tenemos problemas de seguridad, el riesgo será más alto que la oportunidad”, profundiza Josep Paradells, de i2CAT. “El otro tema esencial será el blockchain, para que estos objetos no sólo tengan información que compartir, sino valor, confianza e identidad”.

“Los usos de la tecnología blockchain son de amplísima aplicación, y todavía queda pendiente su aplicación generalizada”, coincide Joan Parra, de Leitat. “Aunque para que esto pase, deben cumplirse unos criterios de regulación y estandarización institucional que serán difícilmente implementables a corto plazo”. Podrá, como apunta la entidad que coordina y promueve el sector de las ciencias de la vida y de la salud en Cataluña, Biocat, transformar el paradigma de las Historias Clínicas Electrónicas como principal pieza de software en los hospitales.

De hecho, aun con riesgos y oportunidades propios, avanza, cerca de lo anterior, la biotecnología. “A nivel de tecnologías de la información, 2018 será el año de la Inteligencia Artificial y, seguramente la Realidad Virtual, en el campo biomédico”, augura la directora del Informe Biocat, Silvia Labé. “A nivel biológico y, también biomédico, 2018 podría ser el primer año en que algunas personas se beneficien directamente de la aplicación de la técnica de edición genética CRISPR, permitiendo una nueva etapa en la humanidad”.

Sea como sea, y pese a los mencionados avances que traerá consigo el 2018, éste es un año que funciona, también, como termómetro para medir el estado del camino hacia 2020, año que se espera cumbre de tantas cosas.

“La tecnología puede existir, puede estar desarrollada o desarrollándose, pero si no está reglamentada su implementación, y si no existen los marcos necesarios para ello, no se podrá explotar comercialmente”, expone el vicepresidente ejecutivo de Leitat. “Podemos anticipar que para 2020 los cambios serán espectaculares, porque el Big Data y la Inteligencia Artificial nos están ayudando en las tareas de I+D+i de las empresas e instituciones, y ya podremos tener las fábricas del futuro, en las que la robótica y la impresión 3D cambiarán completamente las reglas del juego de la producción industria, así como los avances en biotecnología y nuevos materiales lo harán en los ámbitos de salud y medio ambiente”.

Las expectativas, sin embargo, parecen algo peores para la red 5G. “La prueba la querrán hacer todos para ponerse la etiqueta de que están al día tecnológicamente, pero desplegar una red a nivel país con una solución 5G… primero harán falta terminales, y luego usuarios o servicios que justifiquen que el usuario se compre el terminal para hacer eso y que el operador vea que eso le dará un negocio que le justifique la inversión”, contrapone el representante de i2CAT.

Un poco lo mismo, para Ricard Jiménez Buendía, de Eurecat, con el coche autónomo. “Tesla ya ha dado el gran paso, pero la verdadera revolución del vehículo autónomo se dará cuando todos los vehículos sean autónomos y conectados”, vaticina el mismo. “Llegará, pero en 2020 seguro que no”.

“Lo que veremos en estos próximos tres años será un progresivo acercamiento e implementación de varias de estas tecnologías, con varios casos de éxito”, remata Silvia Labé, de Biocat. “El reto consistirá en ser capaces de lograr una diseminación generalizada, pasando del caso de éxito en una institución o un tipo de pacientes concretos y que se pueda beneficiar la población en general”. La extensión, concluye la misma, llevará más tiempo que de aquí a 2020.

 

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

 

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