Las empresas hoy sólo valen por su capacidad de innovación
27 Julio, 2015 / Artículos, Sin categoría
Por varios motivos, Jim Whitehurst es un ejecutivo que al decir de los estadounidenses se sale de la caja. Fue el CEO de la aerolínea Delta en medio del atentado contra las Torres Gemelas y hoy dirige Red Hat, una de las firmas
emergentes y revolucionarias de internet: trabaja con software de libre acceso y gana plata con servicios sofisticados. Cobran según el consumo de tecnología y no con la venta de licencias. La compañía de alcance global factura US$ 2.000 millones, cotiza en la Bolsa de Nueva York y vale US$ 15.000 millones según el precio de sus acciones.
Precisamente su acción es uno de los papeles, junto al de Facebook, que más creció en los últimos dos años cuando duplicó su cotización al alcanzar los 80 dólares actuales. Facebook acaba de ingresar al índice de las diez firmas mas valiosas, destronando a WalMart. Y en Wall Street consideran ahora a Red Hat la nueva estrella. En parte, porque titila en el ranking de las diez empresas más innovadoras del planeta. De jeans y un reloj tradicional que desentona con los inteligentes que muchos llevan en sus muñecas, la única excentricidad de Whitehurst son sus zapatos rojo escarlata. En esta Boston veraniega que congregó a miles de programadores, entre el pedido de selfies y dedicatorias de su libro, Open Organization, convertido en best seller, Whitehurst es una celebridad.
-Red Hat es pequeña ante los colosos de la web, ¿cómo se sostiene?
-Red Hat opera los sistemas de las aerolíneas, de los bancos, de bolsas como la de Nueva York y es el soporte del 90% de las empresas del ranking de Forbes. Hay otro hecho esencial: las empresas ya no valen por sus activos, sino por la tecnología y la capacidad de innovación. Google, Microsoft y Facebook no tienen activos. Hoy hasta Ford se define como tecnológica. Nos sostenemos por nuestra capacidad de crear valor con la innovación.
-¿Qué es innovación en internet?
-No es un producto sino el cambio permanente en organizaciones descentralizadas, abiertas y colaborativas. Innovamos a través de las comunidades de desarrolladores, impulsando la participación más allá de las paredes de la organización. Hemos aprendido a escalar las buenas ideas que se generan desde la base.
-¿Hacia dónde va internet?
-Hicimos un acuerdo para los móviles con Samsung, donde hay mucho por hacer. El aeropuerto de Dublin, por ejemplo, informará a cada pasajero el estado del vuelo y el clima en su lugar de destino. Hay una aceleración exponencial en la generación de datos, en un mundo en el que 30 millones de personas se conectan cada semana. De lo que se trata es vincular esa información con las necesidades de la gente. No pasa por el hardware sino por un software flexible y accesible.
