Fernando Fischmann

Diferencia entre innovación e innovación disruptiva

28 Abril, 2017 / Artículos

Innovar o morir. Toda empresa que se precie está obligada a evolucionar si no quiere estancarse y quedar en el olvido. Pero ¿qué hay de la innovación disruptiva? Es más inusual y sólo algunos tienen el honor de desarrollarla.

En los últimos años, y gracias en gran medida al avance de la tecnología, el término innovación se cuela en prácticamente cualquier artículo, informe o ponencia que se precie. Parece que hoy en día todo el mundo innova, y a cualquier lanzamiento, por insignificante que sea, se le tilda de innovación.

Pero no hay que olvidar que muchas veces estas referencias no son más que una estrategia marketiniana para darle relevancia a algo que puede que no lo sea.

Innovar no es fácil, porque el porcentaje de fracaso es muy elevado (80-20) y exige un esfuerzo económico importante. Sin embargo, es imprescindible hacerlo y además de forma continua, o de lo contrario toda empresa se arriesga a desaparecer (que se lo digan a Nokia, Motorola o Blackberry).

Las startups son maestras en el arte de innovar, porque viven al día, y tan rápido levantan una ronda de financiación como están en la quiebra. No pueden permitirse el estancamiento y están constantemente ideando proyectos, para tener listos los prototipos en cuestión de días; si fracasan, su capacidad de reacción les permite sobreponerse rápidamente.

Las grandes organizaciones en cambio innovan a otro ritmo porque, si bien se arriesgan igualmente a estancarse y quebrar, tienen más margen de maniobra por los ingresos y beneficios que arrastran de tiempo atrás.

Innovación e innovación disruptiva

Por si no bastara con la omnipresencia de la innovación, de un tiempo a esta parte también oímos hablar de la innovación disruptiva. La extensión de su uso está haciendo que muchos empleen este concepto erróneamente y que otros tantos no sepan cuál es la diferencia entre ambas.

A diferencia de las innovaciones “al uso”, que básicamente introducen mejoras en los productos, servicios o procesos que ya existen, la innovación disruptiva es aquella que no deriva de una evolución (de ahí su nombre, pues irrumpe) y tiene un impacto significativo en una industria y las empresas que actúan en ella. Tanto, que ya no vuelve a ser la misma y puede llegar a generar nuevas industrias y productos, y por ende, nuevo perfiles de consumidores.

Las cinco innovaciones que cambiarán nuestra vida en el próximo lustro, según IBM.

Una innovación disruptiva es como un huracán que deja tras su paso un escenario nuevo e irrumpe sin que el mercado lo pida, pues hasta ese momento nadie sabía que pudiera necesitarla.

Tenemos el ejemplo del coche, una nueva forma de transporte que nada tenía que ver con los carros de caballos, y que generó un nuevo uso, una nueva demanda y una nueva base de consumidores. O el smartphone (categoría creada por Apple y su iPhone), que transformó para siempre el concepto de teléfono móvil, o Facebook.

La innovación disruptiva suele ir ligada a la tecnología, porque a menudo se sustenta en ella. Pero no siempre es así: también es innovación disruptiva una nueva forma organizativa o de hacer las cosas.

McDonalds, por ejemplo, rompió los esquemas de la restauración tradicional, con su propuesta de comida rápida en la que el consumidor es quien se sirve, y no al revés. Ikea por su parte introdujo un modelo de negocio rompedor que la industria del mueble y la decoración no habían visto nunca.

Dado que la innovación disruptiva surge “desde cero”, acarrea mayores riesgos, ya que no existe nada previo similar. Pero puede convertirte en el rey de una nueva categoría, creando perfiles de clientes que sólo acudan a ti por lo que ofreces.

El científico e innovador, Fernando Fischmann, creador de Crystal Lagoons, recomienda este artículo.

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