Fernando Fischmann

Cuatro inventos para cambiar el mundo

13 Enero, 2016 / Artículos

Estudiantes de tres escuelas catalanas han colaborado mano a mano con el CERN en el programa Challenge Based Innovation para desarrollar soluciones a la alfabetización, la movilidad laboral, la nutrición y el acceso al agua potable

El analfabetismo infantil, la calidad alimentaria, el acceso a agua potable y la movilidad laboral son las cuatro problemáticas sociales en manos de estudiantes catalanes. El equipo científico del CERN ha trabajado en el programa de formación sobre innovación Challenge Based Innovation (CBI) con estudiantes de UPC, IED y Esade en nuevos inventos para el progreso social.

El objetivo del programa CBI es poner a disposición de varios grupos de estudiantes la tecnología y los conocimientos del equipo del CERN, para hacer posible las ideas innovadoras durante cuatro meses de intenso trabajo. En su sede de Suiza, los participantes eligieron retos que afectan a la sociedad actual para encontrar una solución y convertirla finalmente en un invento real.

Los sistemas de gestión de big data del CERN sirven a la plataforma Global Hub, el proyecto ideado para beneficiar la movilidad laboral en Europa. Mediante esta tecnología se puede almacenar, filtrar y atender de forma personalizada a grandes masas de usuarios que buscan trabajo más allá de las fronteras de su país, así como, las ofertas de empresas reclutadoras de talentos internacionales: «Ha sido un reto trabajar juntos para crear un nuevo invento como éste desde cero, ya que tenemos visiones y opiniones muy distintas», apunta Alejandro Woodward, ingeniero participante en Global Hub.

Un material aislante utilizado en el acelerador de partículas de Ginebra y empleado también por la NASA, compone las cajas Air Box, que constituyen el proyecto Kelvin Food for U. El objetivo de este nuevo invento es preservar la temperatura de la comida para que ésta pueda transportarse y se mantenga en condiciones óptimas. Este prototipo abre la puerta a distribuir alimentos en perfectas condiciones a zonas con pocos recursos y combatir así el hambre en el mundo.

También de nutrición y calidad de vida trata el proyecto Well2 go, enfocado en la detección de agua potable. Mediante un sistema de sensores, los estudiantes de UPC, Esade e IED dan solución a uno de los principales problemas de salud a nivel mundial: El acceso seguro al agua y las condiciones de los pozos en países en vías de desarrollo. Mediante un sistema de sensores podrán detectar las condiciones del agua en presas y pozos de países con pocos recursos con el fin de alertar a la población y que los técnicos y ONG presentes en la zona puedan arreglarlos.

El progreso para países en vías de desarrollo ha sido una temática recurrente en esta segunda edición de CBI, pues el proyecto Mab-Boo se focaliza en Ghana, pero en este caso para promover la alfabetización infantil y juvenil. Un poste sostenible en forma de árbol de bambú con pantallas interactivas permitirá a los niños y jóvenes de Ghana aprender jugando, con un software desarrollado especialmente para esta comunidad: «No sólo ha sido idear el Bam-Boo y sus tecnologías y materiales, también ha habido un trabajo de investigación sobre la vida, costumbres y aprendizaje de los niños de Ghana y desarrollar el software de juegos didácticos para ellos», apuntan Issey Masuda y Roser Viñals, ingenieros de UPC acerca del reto que ha supuesto el éxito de CBI.

«Aunque según nuestros estudios tuvimos una función concreta en el proyecto, todos hemos aportado opinión y nuevas ideas en todas las áreas», cuenta Daniel Pinilla, alumno de Esade encargado del plan de empresa de Global Hub. Para favorecer la compenetración en los grupos multidisciplinares, los tutores de las tres escuelas han trabajado juntos asesorando e impartiendo clases de sus materias a todos los participantes, y aprendieron a su vez de este nuevo método de trabajo: «La metodología de design thinking es muy positiva ya que se asemeja al mundo laboral, y estamos empezando a adaptarla a nuestras clases», apunta Ramón Bragós, tutor de UPC, mientras Lotta Hassi de Esade hace referencia a los retos para la próxima edición de mejorar un seguimiento a largo plazo de los proyectos. Luciana Loveratto, tutora de IED, destaca el cambio que dan los estudiantes tras participar en CBI: «Interactuar con científicos del más alto nivel mundial les hace perder el miedo a hablar e intercambiar ideas, se convierten en unos profesionales con capacidad para enfrentarse a casi cualquier reto».

 

 

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