Fernando Fischmann

¿Cuáles son las tendencias tecnológicas del futuro según el MIT?

14 Enero, 2016 / Artículos
fernando fischmann

Joi Ito es un tipo extraordinario. Tanto que dirige el MIT Media Lab (uno de los centros de innovación más prestigiosos del mundo) sin haberse graduado en la universidad. Lo que vendría a ser algo similar a llegar a ejercer como director de un colegio sin haber acabado los estudios de primaria. En el caso de Ito, sin embargo, lo inusual es normal. Si se conoce su historia y sus logros, no resulta descabellado afirmar que se trata de uno de los constructores más influyentes de la cultura digital en las últimas décadas. Y frente a eso, los títulos académicos paliceden.

Ito es miembro de los consejos de administración de Creative Commons, Sony Corporation, The New York Times y la Fundación Mozilla, además de haber participado como inversor en Flickr, KickStarter, Twitter, littleBits o Last.fm entre otras muchas compañías. Nadie como él conoce Internet, de ahí que se trate de una de las voces más autorizas del mundo para aventurar qué es lo que funcionará en la Red y localizar el talento emergente.

Como director del MIT Media Lab, Joi Ito anticipa algunas de las novedades tecnológicas que veremos en un futuro muy cercano y cambiarán nuestra vida cotidiana: ciudades eficientes y conectadas, casas en las que el mobiliario y los muros se mueven para adaptarse a nuestras necesidades, robots sociales que se relacionan con humanos o medicina a molecular capaz de modificar las neuronas del cerebro.

Más que hablar, Ito dispara ideas a la velocidad de una ametralladora. Es un defensor apasionado de la innovación y de las posibilidades del ser humano en un futuro de conocimiento compartido. Estar conectado. Aprender. Hacer. Esas son las tres claves que Ito receta para innovar; tal y como aseguró en una entrevista poco después de ser nombrado director del MIT Media Lab: “si quieres invertir, no lo hagas en casas o coches. Invierte en ti mismo, en aprender”.

Nosotros utilizamos las palabras “originalidad”, “impacto” y “magia”. Si alguien más lo está haciendo, no lo hacemos nosotros. Debe de tener un impacto positivo en el mundo real. Y debe de ser algo mágico: tiene que ser la pasión de alguien y detrás tiene que haber una historia interesante. Diseñar ciudades mejores requiere mucho trabajo. Tenemos un programa llamado City Science, en el que utilizamos piezas de Lego para crear modelos de ciudades. De esta manera, los usuarios pueden interactuar con ellos y jugar con el diseño. Y proyecta cosas como la evolución del tráfico y el paso de los peatones. De modo que crea una interfaz accesible a la gente.

También estamos trabajando en vehículos eléctricos y en vehículos autónomos. Queremos hacer ciudades para los peatones, donde la gente pueda ir andando y no necesite conducir tantos coches. En la Escuela de Arquitectura hay un interesante proyecto que consiste en mover muebles y paredes mediante elementos robóticos. Una pequeña habitación puede convertirse en un dormitorio, en un salón para dar una fiesta o en una cocina. El objetivo es sacar todo el partido al espacio.

O sabría decir en qué acabará todo lo de los robots. Creo que hay pruebas que demuestran que los seres humanos se sentirán muy cómodos con robots sociales y empezarán a proyectar más sus emociones sobre ellos. Por otro lado, hay mucha gente que tiene miedo de que la inteligencia artificial y los robots nos vayan a quitar el trabajo, y de que algún día incluso no se necesite a los humanos. Yo creo que habrá una combinación en la que los robots se convertirán en compañeros muy importantes. Imagina a un médico del futuro que no tenga que memorizar toda una carrera de Medicina, porque tendrá un robot que sabrá todo eso. Pero la interacción con el paciente la realizará el humano, porque puede entender al otro de forma intuitiva.

Tenemos los hologramas más avanzados, que permiten la comunicación holográfica tridimensional. Aún hay mucho por hacer colocando pantallas por todas partes, con interfaces fluidas.

Pero lo que va a ocurrir es que, conforme empezamos a entender el cuerpo humano, éste puede recibir y enviar muchos mensajes sin que nosotros seamos conscientes de ello. Hay objeciones con respecto a la privacidad y la seguridad, y estamos trabajando en ellas. Pero yo creo que el entorno digital será algo que esté conectado a todo lo que hagamos.

Ahora mismo, enviar dinero, enviar contratos y cosas que necesitan ser autentificadas, validadas y estar protegidas, todavía no pueden hacerse por Internet. Se hace confiando en intermediarios, como bancos, abogados y tribunales. Pero todo podría hacerse de forma directa a un coste muy bajo.

Yo creo que el Bitcoin es como el e-mail. Es la aplicación definitiva que hará que Blockchain se extienda. Blockchain es como Internet, se utilizará para otras muchas cosas. Tengo curiosidad por ver cómo será Uber o eBay tras la popularización del Bitcoin.

Cuanto más entendemos al cuerpo humano, nos damos cuenta de que es un sistema complejo que abarca cómo se trata a las personas en casa, cómo se sienten, la interacción de muchas cosas… En el Media Lab estamos creando una forma de captar imágenes, para poder ver las moléculas, no solo las células, y poder entender cómo funciona de verdad una neurona. En este laboratorio también han creado una tecnología llamada “optogenética”, que permite adherir material fotosensible a las neuronas. Hoy en día, cuando tomas una medicación para una enfermedad mental, afecta a todo el cerebro y provoca todo tipo de efectos secundarios. Sin embargo, nosotros podemos utilizar un rayo de luz y actuar solamente sobre las neuronas necesarias. Podemos utilizar esta técnica tanto para investigar como para tratar.

Tenemos una iniciativa llamada “Open Ag”, o “Agricultura Abierta”. Son entornos controlados en los que contrastamos todas las sustancias químicas, los nutrientes, la iluminación, y estamos aprendiendo mucho sobre las plantas. Por ejemplo, podemos hacer que el brócoli crezca cinco veces más rápido. Podemos ajustar el sabor, el valor dietético… Y no nos limitamos al laboratorio. Fabricamos kits que enviamos a escuelas y laboratorios de investigación de todo el mundo, para poder compartir información y aumentar nuestros conocimientos sobre plantas y comida.

Los seres humanos deben aprender de manera creativa. En nuestro laboratorio, el aprendizaje creativo se produce en cuatro partes: Proyectos, Compañeros, Pasión y Juego. Con “Proyectos” nos referimos a aprender haciendo o creando algo. Lo haces con tus “compañeros”. Lo haces porque eres un apasionado sobre el tema, y con la actitud de estar “jugando”, para ser más creativo. La educación actual consiste en: Libros de texto, estudiar tú solo, sin ponerle pasión, y que no se te ocurra jugar, porque estamos haciendo robots. Creo que debemos cambiar el sistema educativo si queremos adaptarnos a un mundo con inteligencia artificial y robots.

Hay muchas herramientas en desarrollo. Tenemos todos los datos de Twitter. Una de las investigaciones que llevamos a cabo consiste en analizar esos datos para comprender qué es un rumor y qué no lo es. Intentamos identificar los temas que más preocupan a la gente y se lo comunicamos a los periodistas, para mejorar el periodismo. Yo creo que en el futuro existirá lo que nosotros llamamos “La Esfera Pública”: los legisladores, los periodistas, los ciudadanos, los políticos… Todos hablando en un mismo sistema. Creo que lo importante es que tenemos una filosofía, una visión, que compartimos las empresas y el público: “Queremos ayudar a dar forma al futuro”.

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